>>>Opinión/Divulgación
por Juan Caamaño
A
raíz de la entrada que publicó José Javier Calvo del Solar sobre el uso del Fuego Técnico en Extremadura: uso presente y futuro, la cual me pareció muy interesante y sobre
todo el debate que generó, me animé a escribir una respuesta, pero resulto ser muy larga, así que Javier Madrigal me animó a escribir una entrada propia, ya que fui
el responsable desde la Fundación Pau Costa de la quema prescrita de ámbito
privado que se realizó en Madrigal de la Vera.
Quema de alta montaña en Madrigal de la Vera (Cáceres, España) |
Después de muchos años trabajando en la prevención de incendios y de haber realizado numerosas quemas, controladas y
prescritas, dentro del marco de trabajo
del EPRIF, GRAF, Cabildo de Gran Canaria, UNAP y la Fundación Pau Costa (PCF), creo
sinceramente que las quemas prescritas realizadas por el sector público o
privado no están reñidas entre si, sino al contrario, son complementarias.
Las razones que hay detrás de la ejecución de una quema prescrita, tanto en monte público como en monte privado, pueden ser muy diversas, desde la
prevención de incendios, la reducción del riesgo de una determinada área, hasta potenciar una actividad
económica en el entorno rural. Dentro de la prevención puede haber numerosos
objetivos, como la reducción del
número de incendios, quemando de manera consensuada con ganaderos y agricultores aquello que
se quiere quemar, o el diseño de Puntos
Estratégicos de Gestión (PEG) a escala paisaje, para prevenir grandes incendios
forestales. Es en la prevención a una escala de paisaje donde la administración debe jugar el papel
relevante en el diseño, desarrollo y ejecución de planes regionales de quemas prescritas, y usar sus recursos para ello, ya sea en
montes públicos o en privados. En éste último caso, siempre que prime la
prevención de incendios a escala paisaje sobre la propiedad del terreno.
Quema prescrita en Losar de la Vera (Cáceres, España) impulsada por la administración. |
No nos olvidemos que a nivel legal, en la mayoría de las
comunidades autónomas, los propietarios forestales deben disponer de un plan de
prevención que contenga las acciones adecuadas para prevenir incendios en su
propiedad. Estos planes de prevención deberían incluir la gestión del
combustible y no sólo la creación de puntos de agua, cortafuegos o mejoras de
accesos, ya que esas acciones, son pan para hoy y hambre para mañana, mientras no se
gestione el combustible. Es normativa y es responsabilidad del propietario cumplirla. No
creo que en estos casos sea la administración quien deba poner sus recursos
para que el propietario cumpla con dicha normativa, incluyendo acciones de
quemas prescritas. Del mismo modo, si un propietario quiera implementar quemas
prescritas con un fin económico, como la regeneración de pastos para la caza
mayor o ganadería extensiva, no entendería que la administración ejecutase esas
quemas, a no ser que estuvieran englobadas en un plan de prevención de incendios a
escala paisaje dentro de la Comunidad Autónoma, como ya he mencionado anteriormente. En numerosas ocasiones, el propietario privado selecciona las parcelas a quemar dentro de su propiedad, priorizando el beneficio económico antes que la prevención de incendios. Podemos pensar en hacerlo con recursos públicos y
“tasar” al propietario, es una opción, esta claro, pero debemos intentar dinamizar
la economía forestal y crear nichos de trabajo también para las empresas
privadas, especialmente en el ámbito rural. La administración debe crear el marco de oportunidades y legislar de manera adecuada con el objetivo de fomentar la actividad privada en el entorno que lo necesita. Potenciar la economía rural, abrir oportunidades de trabajo en dicho entorno y revalorizar los productos forestales, ganaderos y agrícolas de montaña, es una de las mejores herramientas para la prevención de incendios forestales.
También se habló en el debate que siguió a la entrada de José Calvo del Solar, sobre la responsabilidad de la ejecución de una quema, sobre todo, en el
caso de que algo falle. Evidentemente, ninguna quema prescrita debe de salir
del control de la administración, sea en monte publico o privado, la cual debe
velar para que se cumpla con la normativa vigente en el desarrollo de dichos
trabajos. Es por tanto fundamental trabajar en el diseño de una legislación que
dé cobertura legal, tanto al personal de la administración como al personal
privado que ejecuta una quema prescrita. Tenemos un vacío legal en este
sentido que es urgente abordar si queremos impulsar las quemas prescritas en
todo el territorio nacional. Esto, indudablemente, va ligado al desarrollo de
unas habilitaciones que las necesitamos, no solo en quemas prescritas, también
en incendios forestales. ¿Quién determina quién puede hacer qué? No deja de asombrarme que después de más de 25 años con dispositivos contra incendios más o menos
desarrollados, no hayamos sido capaces de definir unos estándares mínimos para los profesionales que nos dedicamos a la gestión de incendios forestales a nivel nacional. Es otro de los
trabajos urgentes a abordar, sobre todo si queremos potenciar las quemas
prescritas en el ámbito privado y generar el marco de seguridad necesario.
Un ejemplo de colaboración público-privada
Desde la Fundación Pau Costa siempre hemos buscado la participación
del sector privado y publico, propietarios privados y la sociedad en general,
en la prevención y gestión de los incendios forestales. Es uno de los objetivos
que nos marcamos desde el principio, ya que creemos que es responsabilidad de
todos, y no sólo de las administraciones públicas, alcanzar el equilibrio que
nos permita convivir con los incendios forestales. Es por ello que a finales del año 2013, promovida por Alejandro García, funcionario de la administración en Extremadura, se realizó una quema
prescrita en el termino municipal de Losar de la Vera (Cáceres, España). La PCF, bajo petición de
la administración, ayudó a la ejecución de la quema, aportando personal con
mucho conocimiento y experiencia en quemas, que se encargó de coordinar los
trabajos. Uno de los objetivos era mostrar el fuego como
herramienta de gestión del paisaje a distintos actores del territorio,
cazadores, ganaderos, propietarios forestales, etc. Gracias a esta actividad, en 2014 la administración realizó unas jornadas sobre las quemas prescritas en este mismo término municipal, una vez más con el apoyo de la PCF. En ellas
se valoraron junto con estos mismos actores del territorio, las implicaciones
legales, normativa, beneficios, perjuicios del uso del fuego y sobre todo, explorar las posibilidades para que los propietarios privados pudieran usar esta
herramienta, con el objetivo dinamizar la economía de la zona y, a su vez, prevenir los incendios forestales. Una entidad privada, en este caso la PCF, ayudó a
la administración a impulsar las quemas en ese territorio, aportando
conocimiento y experiencia.
Fue a partir de aquí cuando la PCF empezó a trabajar con un
propietario privado de la zona de la Vera, que vio en el fuego la herramienta
perfecta para unificar prevención y desarrollo económico, en una zona que por
otros medios sería imposible. La administración no iba a redactarle el plan de
quema ni a ejecutarle la quema, por lo que dicho propietario nos pidió si
nosotros podíamos hacerlo. No es cometido, ni objetivo de la PCF hacer este tipo
de trabajos, pero tampoco conocíamos a empresas privadas por la zona que lo pudieran
hacer o lo hubieran hecho anteriormente. Como fundación, vimos en el desarrollo
de este trabajo una oportunidad para que empresas forestales del sector y del entorno se hicieran eco de este nicho económico que se podía abrir si todo salía
bien. Así que nos pusimos manos a la obra. Lo primero fue ver sobre qué marco legal se había realizado la quema de Losar de La Vera, impulsada por la
administración.
El punto d) del articulo 32 del Plan de Lucha contra Incendios Forestales de la Comunidad Autónoma de Extremadura
(Plan INFOEX) dice lo siguiente:
Las
quemas de matorral en pie, o vivo, sólo se podrán realizar en la Época de
Peligro Bajo de incendios forestales y necesitarán autorización del Servicio de
Prevención y Extinción de Incendios.
Luego a nivel legal existe en la Comunidad Autónoma de Extremadura
un procedimiento que permite la solicitud por parte de propietarios privados la
autorización para la quema de matorral en pie.
Desarrollamos toda a documentación necesaria, plan de quema,
cartografía e informe de impacto ambiental, para obtener la autorización por
parte de la administración competente. Antes de obtener la autorización,
tuvimos que explicar muy bien en qué consiste una quema prescrita y las
motivaciones para realizarla. Por parte de la administración siempre
encontramos buena disposición a esta iniciativa privada, no en vano, tuvimos
que superar ciertas barreras para finalmente obtener la autorización y que la
quema se pudiera ejecutar en las mejores condiciones posibles.
La parcela se sitúa en una finca privada de caza, y el objetivo
principal era la apertura de espacios y creación de pasto. La falta de gestión
del combustible por la perdida de la ganadería extensiva y el uso del fuego de
los últimos 30 años, ha provocado en muchas zonas de Sierra de Gredos la pérdida de
antiguos pastizales en favor del matorral. La caza mayor, único recurso económico
que hace viable esta finca a día de hoy, esta desapareciendo, debido a que se
desplaza a zonas más altas en busca de comida.
La parcela a quemar se
encuentra en la cara sur de la Sierra de Gredos, dentro del término municipal
de Madrigal de la Vera, con una cota mínima de 1.300 m de altura y una cota
máxima de 1.700 m. El único acceso posible a la parcela es a pie, una hora
desde la pista mas cercana, lo que complica enormemente la logística y las
acciones preparatorias. No se iba a disponer de camiones autobombas, ni de
mochilas de agua y difícilmente íbamos a poder realizar líneas de control. Se
usaron discontinuidades naturales para limitar la parcela y fue necesario tener
un buen control sobre las variables que afectan al fuego para mantenerlo dentro
de la parcela. A nivel logístico fue necesario
el empleo de animales de carga para llevar todo el material necesario de
ignición y control. No era una quema convencional, era una quema de alta
montaña, muy exigente a nivel físico y de conocimiento del entorno.
Logística de altura para quema de alta montaña. Sin su ayuda no hubiera sido posible |
Encendido en la parcela de Madrigal de la Vera (Cáceres, España) |
Vista de parcela en Madrigal de la Vera (Cáceres, España) de iniciativa privada |
A finales de febrero y después de valorar la meteorología de los
últimos días, entrábamos en ventana, así que decidimos montar el equipo
encargado de la ejecución de la quema. Reunir el equipo y todo el material llevó varios días ya que un error en la selección del día de quema hubiese incrementado los costes de ejecución notablemente. Es por ello crítico conocer bien la meteorología del entorno y su influencia sobre la disponibilidad del combustible, para asegurar los objetivos con el mínimo coste posible. El equipo se configuró con personal que
tenía experiencia en quemas y que trabajaba en distintos dispositivos de la
zona del valle del Tiétar, como la BRIF de La Iglesuela, alumnos del MásterFuego, personal de la empresa Forescat y de la PCF. La administración estuvo presente en todo momento, así como el
personal del EPRIF, que velaron para que se cumpliese el plan de quema
autorizado. Salió bien, y tanto el propietario, como el personal que trabajamos
ese día acabamos muy contentos con el resultado obtenido.
Equipo de quema. Gracias por este gran día |
La administración impulsó la rueda de las quemas en Extremadura y
la PCF apoyó y ayudó, haciendo posible algo que se veía muy difícil en
Extremadura no hace muchos años. Todo esto fue posible gracias al trabajo conjunto entre el sector público y el
sector privado. Ese es para mi el camino si queremos impulsar una economía rural y sostenible que nos ayude a conseguir la óptima gestión de los incendios forestales.
Juan Caamaño Azcárate
@wendoloco
Es Ingeniero de Montes especializado en la gestión de
incendios forestales, principalmente en el ámbito operativo. Desde el año 2000 ha
trabajado en diversos dispositivos, BRIF, INFOCA, Bombers de la Generalitat y
Castilla La Mancha principalmente. Es fundador de la Fundación Pau Costa y
forma parte del equipo ejecutivo. Actualmente trabaja como Jefe de Operaciones
de Incendios Forestales para Spatial Information Group en Indonesia.
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