El proyecto de investigación #VIS4FIRE nos está dando muchas satisfacciones profesionales y personales pero una de las más emocionantes la vivimos el pasado 31 de agosto de 2021 en la Serranía de Cuenca, cuando se ejecutaron por primera vez quemas experimentales para simular incendios de rayo en temporada estival. La aventura ya empezó antes de la pandemia: el 21 junio de 2019 se ejecutaron las primeras quemas experimentales en verano en el dispositivo de parcelas permanentes en masas de pinar en Serranía de Cuenca. Ambas fechas pensamos que deben ser históricas y anotarlas en el calendario con letra gruesa para que las futuras generaciones sepan que fueron el germen de algo importante: quemar experimentalmente (también en verano) para aprender de la relación de nuestros ecosistemas con el fuego en el presente, en el pasado y poder anticiparnos a los posibles escenarios futuros.
Ya hemos hablado en este blog de que el "Delorean de Regreso al Futuro existe" pero en realidad tiene forma de carbón vegetal y polen. La paleoecología es la disciplina que permite reconstruir el pasado a partir de depósitos de polen y carbón que se depositan en turberas. Estos análisis datan temporalmente la deposición de polen y carbón en diferentes estratos que se corresponden con períodos de tiempo concretos y permiten estimar la abundancia de plantas y de incendios en épocas pasadas. Como dice nuestra querida amiga y colaboradora activa en esta parte de la investigación, Graciela Gil-Romera (@gilromera) del IPE-CSIC (@IPE_CSIC), en general los/las paleoecólogos/as son bastante "miopes" a la hora de concretar el período de tiempo en el que se han producido estos eventos. Efectivamente, dependiendo del yacimiento en cuestión, un cm de sedimento pueden ser por ejemplo 50 ó 500 años, por tanto la "fotografía" del pasado puede ser en ocasiones bastante borrosa. Para intentar ponernos unas gafas que viajen en el tiempo necesitamos construirlas en el presente, esto es, necesitamos saber cómo se depositan los carbones en el presente e intentar relacionarlo con cómo lo hacían en el pasado. Si además conseguimos un yacimiento cuyos intervalos de tiempo sean cortos (por ejemplo 10-15 años) tendremos una fotografía más fiel del régimen de incendios pasado.
Briefing @Plan_INFOCAM coordinado por @PepeAlmodovar |
Simulación de incendio de rayo en zona mixta quejigar-pinar |
Simulación de incendio de rayo en zona de pinar |
Pues bien, esa es la oportunidad que se nos abre en la provincia de Cuenca. El equipo @IPE_CSIC y @gilromera están estudiando el yacimiento de la laguna de la Parra (Cuenca, centro-este de España) en la que se dispone de una datación de estratos ¡cada 12 años! durante un período de aproximadamente ¡2000 años! Es una grandísima ocasión que no podíamos dejar pasar, para lo cual tenemos que saber cómo se deposita el carbón y qué tipologías de carbón están presentes durante un incendio real en época estival ¿debemos esperar a que ocurra? ¿Y si generamos nosotros esa fuente de datos? ¿Podemos hacer un fuego experimental en verano simulando la caida de un rayo, causa de incendio muy frecuente en la zona de estudio? Estas preguntas que son "gratis" sentados en un nuestro sillón de la ciencia se las tuvimos que hacer a los que saben en realidad del tema, los técnicos de incendios. Para nuestra sorpresa, @PepeAlmodovar no nos dijo inicialmente un NO rotundo, "había que pensarlo". Pero tras una visita de campo para ubicar posibles zonas de muestreo la experiencia fue para adelante: en julio de 2021 se planificaron las primeras quemas prescritas experimentales en época estival simulando rayo en masas de quejigo que completaríamos con un gradiente de ecosistemas en pinar.
@giromera en acción |
El 30 de agosto de 2021 se ejecutaron por tanto estas históricas experiencias que darán sus frutos científicos en los próximos meses. Por nuestra parte, como laboratorio de incendios INIA-CSIC (@INIA_es), también sacamos conclusiones interesantes a corto plazo: la estructura importa...pero la especie también. En el gradiente ecológico comentado observamos que el quejigar puro gestionado con resalveo y escaso sostobosque (modelo 8 del sistema BEHAVE) curiosamente ¡no ardió! En cambio en la transición a quejigar-pinar mixto más abierto con sotobosque (modelo 5 del sistema BEHAVE) le costó arrancar pero finalmente quemó aunque con escasa severidad al suelo. El pinar con sotobosque de alta carga de hojarasca y matorral (modelo 6-7 del sistema BEHAVE) no tuvo problemas para generar los frentes de llama y adquirió puntualmente altas intensidades con fuerte severidad en suelo. Esto da para otro debate pero, como hemos comentado en twitter en alguna ocasión, la estructura importa pero en muchas ocasiones la especie condiciona la estructura y sobre todo el combustible disponible en la fase inicial del fuego (hojarasca). La combinación de especie y la gestión forestal que se haga de la misma condicionará el riesgo de inicio de un incendio (por ejemplo por rayo, como lo que se pretendía simular) y su posterior propagación.
Como ocurre siempre en las ciencias experimentales, los estudios suelen ofrecen más preguntas que respuestas, la relación de las personas y sociedades con la Naturaleza a través del fuego es un campo de investigación apasionante que te invita a querer saber más sobre el Antropoceno, porque aprendiendo de nuestro pasado sabremos qué proponer para el futuro de nuestros montes en este contexto que vivimos de cambio global donde el fuego se antoja que tendrá un papel fundamental...como lo ha tenido siempre.
Hace tiempo que no te leía y como siempre es un placer hacerlo. Alguien tiene que decirlo, @Fuego_lab además de un enorme divulgador, e "investigador del montón" tiene una enorme capacidad de hilar conocimientos y buscar experimentos tan interesantes como este. Saberse rodear bien y hacerse querer también son dos de sus virtudes. Dicho esto, también es emocionante la buena predisposición del @Plan_INFOCAM, @jfelixmateo @PepeAlmodovar. Cuanto facilita una mente abierta.
ResponderEliminarEternamente agradecido amigo, abrazo
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