Bomberos de la Comunidad de Madrid está llevando a cabo un proyecto pionero en España en el que se pretende caracterizar la exposición real a humos de bomberos con una serie de pruebas experimentales entre las que es necesario trabajar con fuego real. Para ello se diseñó esta experiencia en San Martín de Valdeiglesias (Madrid, España) en la que colaboraron Agentes Medioambientales y Bomberos Forestales de la Comunidad de Madrid. En el INIA pusimos nuestro granito de arena.
Los bomberos forestales están expuestos a una serie de compuestos químicos perjudiciales para la salud procedentes del humo. La imposibilidad de poder trabajar en el monte con equipo autónomo genera incertidumbre de la exposición real de estos trabajadores a los agentes nocivos y por ello es imprescindible evaluar qué compuestos presentes son los más abundantes y peligrosos y a qué tiempo de exposición real a los mismos están sometidos en el desarrollo normal de su trabajo. En el USDA Forest Service en EEUU desarrollaron estudios hace más de 10 años y en España hay algún antecedente del proyecto CREIF (TRAGSA) sobre evaluación de exposición a monóxido de carbono, pero no se ha hecho nada tan exhaustivo como los estudios realizados en EEUU, Canadá y recientemente en Francia. Las pruebas preliminares confirman la alta concentración en el humo de agentes nocivos peligrosos para la salud como el formaldehido y el monóxido de carbono (CO). El CO está presente en todas las fases de la combustión pero fundamentalmente en aquellas en las que la combustión es incompleta o sin llama (rescoldeo). Además se han obtenido buenas correlaciones entre el CO y otros compuestos peligrosos para la salud. Como ya comentamos en Malos Humos, una línea prometedora de desarrollo puede ser incluir alarmas en sensores de CO (más económicos y duraderos que los sensores de otros gases nocivos) que puedan llevar los equipos de extinción. De esta manera no sólo alertarían sobre la presencia y concentración del propio CO sino de otras sustancias nocivas sin más que incluir en el software los correspondientes modelos de correlación entre gases. Esto tendría implicaciones en la mejora de la organización del trabajo, tanto en incendios como en quemas prescritas, para disminuir en lo posible las dosis y tiempos de exposición a humos en el desarrollo del trabajo de los bomberos forestales. Ampliaremos estas cuestiones en el II Encuentro Nacional de Bomberos Forestales que tendrá lugar en El Espinar (Segovia) el próximo 13 de mayo y podréis comentarlo con nosotros en persona.
Y como no os quería dejar con las ganas he preparado uno de mis vídeos caseros para mostraros el experimento de San Martín de Valdeiglesias. Como veréis hicieron tres equipos de dos personas cada uno, más el conductor del camión que se quedó como testigo. Un equipo trabajó en la posición favorable, detrás de las llamas, otro equipo trabajó a sotavento, en la posición desfavorable, con una exposición extrema al humo, para lo cual iban equipados con equipo autónomo. El tercer equipo se incorporó para las labores de remate y liquidación. Las 7 personas se monitorizaron con sensores de humo (formaldehido y monóxido de carbono) y con termopares para control de temperatura. Los resultados están aún en fase de análisis. Aquí tenéis el aperitivo:
Esto ya lo sabemos los que vamos a apagar los incendios, terminas con una capa de hollín por todo el cuerpo, tanto externo como interno y dura días por dentro (/ peor que fumar 4 cajetillas de tabaco), el problema reside en las autoridades, incapaces de dar una solución a este colectivo, y así nos tienen. Una idea la jubilación a los 60 sería parte de una solución. así no se quejarían de las bajas laborales, o absentismo tan acusado
ResponderEliminarCasi siempre es más nocivo lo que no se ve. El hollín es material particulado, y lo que queda en nariz y garganta es de tamaño grande (más de 10 micras o PM10).Es el responsable de mucosidad e irritacion dias tras el fuego pero no es excesivamente peligroso para la salud. El problema es el de 2,5 micras (PM2,5) que se aloja en los alveolos y puede conllevar enfermedad profesional. Igual podemos decir de los gases nocivos, los peores no están asociados al humo que se ve sino al que no se ve. Puedes ver más detalles en mi entrada anterior Malos humos
ResponderEliminarTeniendo en cuenta las conclusiones de estudios ya realizados como expones en tu entrada malos humos ,se deberían haber realizado varios experimentos. Pues como pones en dicha entrada la exposición a gases tóxicos es mayor en zonas ya quemadas en las que los bomberos suelen estar muchas horas rematando.
ResponderEliminarTambién sorprende ver las conclusiones de este estudio en las que se señala que prácticamente no están expuestos a gases tóxicos ni existe gran riesgo ni hace falta protección superior a las mascarillas de tela que se utilizan actualmente