>>>>Opinión
Se acaba la campaña de incendios forestales y ya no se habla del tema en la prensa de no ser por las últimas polémicas políticas en Galicia donde siguen usando el fuego como arma arrojadiza para solucionar disputas partidistas ¿A quién quieren engañar? La política forestal es inexistente en este país, a pesar de que existe una estrategia forestal europea. España y sus CCAA, responsables de la administración forestal, siguen echando balones fuera, siguen intentando convencernos de que estamos rodeados de delincuentes y conspiraciones (también en los incendios), de que existen intereses ocultos, sociedades secretas que quieren desprestigiar su gestión. La sociedad de verdad, la que no tiene nada de secreto, asiste incrédula a estas reacciones. Gestores e investigadores que conocemos las causas de los incendios y empezamos a entender las posibles soluciones nos indignamos también con nuestros políticos ya que siempre nos queda la sensación de clamar en el desierto. De recibir palmaditas en la espalda. Esa sensación de "qué bien lo haces pero me importa en tanto que me venga bien para mi próxima rueda de prensa". Llega el otoño, comienza el olvido, pronto seremos de nuevo invisibles.
Llega el otoño y toca reflexión por parte de los dispositivos de extinción de incendios, llega el momento de aprender de los errores, de analizar las cuestiones a mejorar. De abordar la rehabilitación rápida del suelo quemado y la restauración forestal de las áreas afectadas. Llega el momento de planificar la prevención para el próximo año, de comenzar la campaña de quemas prescritas y de organizar los rebaños y pastores que nos ayuden a planificar la gestión de los combustibles forestales (la anacrónicamente llamada "limpieza" del monte). Llega el momento de que las EPRIF hagan su labor de extensión agraria, ayudando a los agricultores y ganaderos, concienciando sobre la necesidad de reducir o eliminar el numero de igniciones intencionadas o negligentes. Llega el cole y llegan las campañas de concienciación y educación en emergencias, la educación en la prevención de incendios y en la conservación de nuestros bosques, en la necesidad de gestionar para conservar. Llegan las jornadas y reuniones técnicas y de transferencia científica, donde gestores e investigadores coordinamos esfuerzos para aplicar lo aprendido y caminar en la misma dirección.
Siempre nos quedará el Batefuegos de Oro, un premio promovido por APAS, ONG que tuvo el gran acierto en 2002 de rellenar un vacío inexplicable en la sociedad española: reconocer la labor callada de aquellas personas, empresas e instituciones que han aportado su esfuerzo (y a veces su vida) en la prevención y extinción de los incendios forestales. Porque también llega el momento de hacer visibles a aquellos que están luchando para que sea realidad mi carta a los Reyes Magos que he planteado al principio de esta entrada. Nos vemos este otoño, ojalá sea en una jornada de trasferencia, de divulgación científica, en un máster, en un colegio o instituto, en una colaboración con algunos de vosotros en un servicio forestal de CCAA o de bomberos. A mi me veréis seguro en el Batefuegos de Oro, al menos eso no nos lo van a quitar...por ahora.
Si te gustan mis entradas te pido tu apoyo en los premios Bitácoras 2015. Sólo tienes que dar a este enlace y validarte ("logearte") a través de tu cuenta de Facebook o Tuiter. ¡Gracias! #Soismicombustible
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Muy buen post. Enhorabuena. Saludos,
ResponderEliminarhttps://www.sekureco.eu/49-batefuegos-caucho