jueves, 5 de marzo de 2020

Reducir la vulnerabilidad a incendios forestales: ¿tarea de titanes o de humanos?

Algunas fuentes de la mitología griega dicen que los humanos procedemos de la sangre derramada de los titanes en su guerra contra los dioses o incluso del humo de los cadáveres al arder por los rayos de Zeus. Estos mitos son los que hicieron que Platón no dudara sobre la naturaleza "titánica" de la Humanidad ¿somos realmente herederos de titanes? ¿entonces por qué decimos que una tarea es "titánica" cuando nos parece imposible o utópica? Reducir la vulnerabilidad a los incendios forestales en el contexto de cambo global en el que vivimos se nos antoja una tarea TAN TITÁNICA que corremos el riesgo de dejarnos ganar por los dioses ¿hay oportunidades para los humanos?

La caída de los Titanes, de Cornelis Van Haarden (1588). Fuente

El pasado día 19 de marzo tuve la oportunidad de dar una conferencia en la Universidad de Évora en el contexto de la reunión trimestral del proyecto INTERREG POCTEP "CILIFO" en el que participamos. Los compañeros de Évora, anfitriones de esta reunión, me invitaron a abrir la sesión de tarde con un tema libre. Después de darle muchas vueltas creí oportuno hablar del concepto de vulnerabilidad a incendios forestales, que por otra parte es la temática principal del proyecto del plan nacional VIS4FIRE que coordinamos desde el INIA. En un afán de "hilar" temas y poner sobre la mesa objetivos comunes en ambos proyectos creí adecuado introducir mi charla con una serie de dispositivas que intentaré explicaros en esta entrada para que, en la medida que os apetezca, podamos debatirlas.

Como sabéis soy muy fan del "palabro" inventado "egocentrismo disciplinar". En muchas de mis intervenciones suelo intentar persuadir a los asistentes sobre nuestra visión del mundo, muy sesgada por las enseñanzas y educación recibidas y en el ámbito profesional por la disciplina en la que te especializas. Este sesgo llega incluso a ser visible en las distintas ópticas de la misma carrera universitaria. En lo que nos ocupa, que es la ciencia forestal, podemos tener enfoques más "productivistas" o si lo queréis llamar "antropocéntricos" en los que el eje del sistema es el humano en torno al cual deben girar las preguntas sobre el pasado, presente y futuro de nuestros áreas forestales


Esta visión antropocéntrica tiene mucho que ver con el humanismo y disciplinas como la Historia y la Geografía, la Antropología así como sus hermanas ecológicas como la Paleoecología, Dendroecología, etc. Debemos hacernos estas preguntas para establecer las conexiones entre lo que vemos ahora y lo que existía antes ya que la Humanidad ha cambiado sustancialmente los ecosistemas y debemos saber interpretar los paisajes heredados. Esto nos puede dar pistas para saber qué debemos o no hacer en el presente que condicione los paisajes futuros.

La visión "extractivista", herencia de nuestros antepasados cazadores-recolectores, junto con la invención de la agricultura, que hemos ido sofisticando a lo largo de la Historia con ayuda de la tecnología, ha generado unos desajustes en los sistemas forestales o directamente su desaparición que hace inviable la restauración de muchos de ellos a sus condiciones iniciales. Este "camino de no retorno" (que por otra parte estamos iniciando a escala global con el cambio climático) tuvo su punto de inflexión, entre otros, con la creación de la ingeniería forestal que se desarrolló en torno al novedoso concepto de sostenibilidad del recurso, imitado mucho después (150 años más tarde) por otros sectores como la agricultura o la economía. La selvicultura originalmente se concibió como la ciencia del "manejo de la densidad" (claras) y de la sostenibilidad de la misma (regeneración). Pero en los últimos años los nuevos conceptos de multifuncionalidad del monte y la diversificación de los productos incluyendo los no maderables, hace que se haya convertido en una disciplina más compleja. Si a ello le añadimos que la perturbaciones esperadas no son un hecho "fortuito" o "estocástico" sino que serán acontecimientos "seguros" a lo largo de la vida de la masa, la preocupación de la selvicultura sobre la resiliencia ha ido en aumento. Esta visión "tecnificada" o "tecnicocentrismo" que pone en el centro a la "gestión adaptativa" da prioridad al sostenimiento del ecosistema porque los servicios ecosistémicos incluyen no sólo los productos directos sino los beneficios indirectos o intangibles. Desde esta perspectiva la vulnerabilidad se asume que es lo opuesto a la resiliencia...y por supuesto no sólo la resiliencia a los incendios.


Los forestales especialistas en incendios tienen (tenemos) influencias de la literatura anglosajona y de ecología del fuego que choca, en parte, con la escuela clásica centroeuropea que creó el cuerpo de doctrina forestal. Como creemos que la perturbación más importante de los ecosistemas Mediterráneos son los incendios forestales (que no tiene que ser necesariamente cierto) tenemos una concepción "pyrocéntrica" y colocamos siempre el uso del fuego como el eje de la gestión integrada ("Integrated Fire Management"). En este contexto el concepto más revolucionario de los últimos años es el propuesto por Meyers (2006) y la ONG Nature Conservancy de "convivir con el fuego" como premisa para planificar estrategias de gestión de los incendios. Este término ha dado el salto incluso a la revistas científicas más prestigiosas como Nature.


Otro punto de vista interesante es el propuesto en los últimos años desde el USDA Forest Service que diferencian entre gestionar para que sea más eficaz la "resistencia" (capacidad de sobrevivir a la perturbación) o para fomentar la "resiliencia" (capacidad de regenerarse tras la perturbación). Desde este punto de vista debemos definir bien qué perturbación es prioritaria para hacer gestión adaptativa (plagas, enfermedades, incendios) y para qué queremos hacerlo (para resistir o para fomentar resiliencia). Esto es crítico porque si lo prioritario son los incendios, debemos tener claro que la gestión integrada del fuego puede orientarse a aumentar la eficacia de la resistencia (reduciendo la severidad de los incendios para dar al arbolado la oportunidad de sobrevivir) o fomentando la resiliencia (rehabilitación post-incendio y diversificar paisaje para dar la oportunidad a la vegetación de regenerarse en caso de incendios futuros). Esta decisión es importante porque de ello depende que tengamos que favorecer un tipo de masa u otra. A su vez, suele haber interacciones entre perturbaciones difíciles de gestionar. Así, si el objetivo es favorecer las masas maduras que suelen ser más resistentes a incendios, sin embargo son más vulnerables a plagas y enfermedades. Por el contrario, masas rejuvenecidas por alta frecuencia de incendios son muy vulnerables al fuego en cambio suelen ser resistentes a plagas y enfermedades, menos frecuentes en etapas juveniles.


Para incorporar el enfoque humanista, tecnológico y ecológico, el concepto más "holístico" es el denominado "Fire Smart Territory", que pone en el centro del problema al "territorio" entendido en sentido amplio, no tanto como paisaje, sino como la interpretación social y psicológica del paisaje. Ello nos lleva a los denominados sistemas socio-ecológicos o los que en la literatura forestal se denominan simplemente "sistemas forestales", entendidos como aquellos donde interaccionan los ecosistemas con las personas y el uso y aprovechamientos que hagan de los mismos. En el concepto de los territorios "Fire Smart" quizás se va un paso más allá incluyendo el componente psicológico en la relación con el territorio de personas y comunidades, por eso tiene una aplicación más realista a nivel comarcal y no tanto a escala regional o nacional.


Ante esta plétora de conceptos ¿hay lugar para definir la vulnerabilidad a los incendios forestales? ¿y qué significa entonces la gestión integrada del fuego? De las definiciones que he leído últimamente la que más me ha gustado es la que propone Fantina Tedim y colaboradores (2018) que se inspira en la gestión de desastres y que incluye no sólo conceptos puramente de ingeniería del fuego sino socioeconómicos y psicológicos:

"La vulnerabilidad a incendios forestales puede definirse como las condiciones/debilidades determinadas por los factores físicos, sociales, económicos y ambientales que incrementan la susceptibilidad de individuos, comunidades, asentamientos/edificaciones, ecosistemas o sistemas a sufrir daños y pérdidas por incendios forestales" 

Por tanto es la presencia de los daños y las pérdidas ecológicas o sociales (o incluso psicológicas) las que determinan si el incendio será o no un desastre.


Con el ánimo de condensar estos conceptos en una definición algo "Frankestein" propongo esta visión integrada para reducir la vulnerabilidad a los incendios forestales, que deberían ser todas aquellas:

“Actuaciones técnicas, socio-culturales, políticas y de gobernanza necesarias para encontrar un balance eficaz entre el desarrollo sostenible de un territorio  que incluya una gestión adaptativa de los sistemas forestales, la protección de los recursos naturales y el fomento de los servicios ecosistémicos compatible con su régimen de fuego y la gestión de los incendios forestales mediante el uso del fuego para aumentar la resistencia y resiliencia de ecosistemas, comunidades y personas

Casi ná...



 ¿Tarea de titanes o de humanos? ¿qué barreras existen para ponerlo en práctica? ¿Tenéis otras propuestas para reducir la vulnerabilidad a incendios forestales? Es vuestro turno. Espero comentarios aquí o en las RRSS ¡Debate! ¡Lo echaba de menos! ¡Animaos!


3 comentarios:

  1. Pues no se muy bien por donde empezar, entiendo que el debate es sobre el ultimo párrafo que es una consecuencia de toda la argumentación anterior, pero en la argumentación anterior encuentro también debate.
    Solo para iniciar y asi explicar mi afirmación anterior , analizando el párrafo :
    Sujetos o actores .
    “Actuaciones técnicas, socio-culturales, políticas y de gobernanza

    acción o propósito.
    “necesarias para encontrar un balance eficaz entre el desarrollo sostenible de un territorio”

    Conceptos que debe incluir el propósito , o propósitos secundarios.
    “que incluya una gestión adaptativa de los sistemas forestales, la protección de los recursos naturales y el fomento de los servicios ecosistémicos compatible con su régimen de fuego “

    Aquí en mi opinión pecas de pirocentrista, es el único método que has citado en el párrafo , seguro que hay muchos mas para conseguir los propósitos anteriormente citados.
    “y la gestión de los incendios forestales mediante el uso del fuego para aumentar la resistencia y resiliencia de ecosistemas”

    Esto se me hace raro:
    ¿resilencia o resistenca de las “comunidades y personas”??

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    1. Gracias por tu comentario y pido disculpa por no atenderlo en tiempo y forma.
      Efectivamente no oculto mi pyrocentrismo en ninguna de mis entradas y procuro reirme de mi mismo a este respecto. Lógicamente hay muchas más soluciones pero en este blog yo destaco las que se proponen por parte de los especialistas en incendios.
      El concepto de resiliencia se aplica a ecosistemas y personas/comunidades. En este sentido cuando hablamos de de resiliencia social sería la capacidad de las comunidades a convivir con un régimen asumible de incendios. Si no aprendemos a tener esa resiliencia estamos dando la espalda al problema y seguimos asumiendo que los incendios deben ser evitados en todos los casos. De igual forma que las sociedades de entornos de grandes catástrofes como terremotos o volcanes deben convivir con el riesgo y superar el estado emocional de una posible catástrofe, debemos hacer lo mismo con los incendios. No es "tirar la toalla", es luchar para que la resiliencia ecológica (capacidad de responder a la perturbación y adaptarse a la nueva situación) vaya acompañada de la social (capacidad de la sociedad de asumir que los incendios son parte de nuestros ecosistemas y que debemos luchar para reducir sus efectos y no para evitar su existencia).
      Espero haber respondido a tus comentarios. Saludos y gracias por participar en el debate

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    2. pues muchas gracias , ahora entiendo mejor el concepto de resilencia social y estoy totalmente de acuerdo contigo. Creo que es muy importante educar a la gente en ese aspecto. Veo que eso es un trabajo duro , porque la cultura del fuego esta muy arraigada en las sociedades, es un evento que marca mucho la memoria colectiva. Ayudar a comprender a la gente la nueva situacion va a ser dificil, hay que hacer mucha didactica , como con el cambio climatico.

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