domingo, 16 de junio de 2019

¿Por qué los incendios forestales no se apagan con agua?

Por Joaquín Gracia

>>>Debate

La problemática en incendios forestales hay que intentar resolverla desde sus causas. Pero son cada día más complejas y se debería de avanzar en todos los frentes. En el ataque directo al incendio, claramente nos hemos quedado atrás. En esta entrada de debate propuesta por Joaquín Gracia, bombero de la Comunidad de Madrid, os planteamos por qué no se puede apagar con agua en ataque directo a un incendio forestal ¿existen alternativas?


Ya en el año 6, el emperador Augusto creó en Roma un cuerpo que vigilaba, recogía y echaba agua al fuego. En el año 2019 hacemos lo mismo. Más cantidad y con mejores medios, pero lo mismo. No es de extrañar pues que el fuego nos supere. En 2017, un  par de meses después del trágico incendio de Pedrogao, hubo una gran ola de calor y viento que derivó en más de 500 incendios simultáneos en Galicia, Asturias y Portugal. Algunos compañeros fueron de forma voluntaria a echar una mano dese la Comunidad de Madrid. En un informativo veo a un compañero intentando apagar un pequeño arbusto con una autobomba.  Había condiciones de fuerte viento.  Lo apagaba por la derecha, ardía por la izquierda, lo apagaba por la izquierda, ardía por la derecha, así todo el rato. El arbusto jugaba con él. De fondo todo el pueblo estaba rodeado por el fuego. Y cada bombero con una instalación peleándose por apagar un solo arbusto. Durante estos días en Portugal volvió a haber un trágico incendio con decenas de víctimas. Estas condiciones las hemos sufrido todos los que nos dedicamos a la extinción. Uno se siente realmente impotente cuando ni siquiera consigue apagar un triste arbusto y hay que detener el fuego sí o sí. Me resulta inconcebible que en el siglo XXI no tengamos mejores herramientas. A día de hoy los incendios han evolucionado ¿y nosotros?


Un incendio se considera según las últimas teorías de los especialistas en la materia que escapa a la capacidad de extinción directa desde  4.000 kW/m. Con métodos indirectos como medios aéreos y contrafuegos se podría controlar un frente de no más de 10.000 kW/m.  Por ejemplo, en el incendio de Pedrogao se calculó un promedio de 138.000 kw/m. Realmente muy lejos de la capacidad de extinción.

Para simplificar este asunto complejo se ha popularizado la famosa “regla del 30” para valorar la virulencia y falta de efectividad en los incendios. Y no faltaba razón. Un incendio con calor (>30ºC), baja humedad (<30%) y fuerte viento (>30 km/h), escapa fácilmente a la capacidad de extinción. No hacen falta grandes cargas de combustible y en estas condiciones es muy difícil y a veces imposible de apagar incluso un pastizal. Si hay condiciones favorables en los combustibles, un fuerte viento convierte un incendio en inextinguible. No tenemos herramientas ni tecnología adecuada para detenerlo.

No trataré la extinción indirecta, pues ésta, a día de hoy, sí que pienso que es eficaz en el máximo de sus posibilidades. Los medios aéreos y los contrafuegos consiguen el máximo de eficacia sobre el terreno. El problema es que no siempre ni en cualquier lugar pueden utilizarse. A la hora de detener de forma urgente un frente que va a arrasar una zona de interfaz o una población hay que tener herramientas de ataque directo más eficaces, pues hay que actuar sí o sí. Hay varios casos recientes cada vez más cercanos de decenas de víctimas, miles de casas arrasadas, etc (incendio de Mati en Grecia y numerosos ejemplos en nuestro país)




MOTIVOS DE LA INEFICACIA DE LA EXTINCIÓN CON AGUA EN INCENDIOS FORESTALES

La teoría nos dice que la extinción del fuego con agua se produce por refrigeración y sofocación pero en realidad la aplicación del agua mediante autobombas en ataque directo a la llama lo que realiza es una ruptura de la reacción en cadena de forma física. Me explico. Teóricamente el agua extingue por refrigeración (reduce la temperatura de los gases inflamables) y sofocación (desplaza el oxígeno de la zona en combustión). Pero esto no explicaría por qué una zona ya apagada en presencia de viento vuelve a prenderse. Si ha sido apagada por refrigeración, tendrían que haber dejado de existir los gases de pirólisis, pero la práctica demuestra que esto no es así. Continúan existiendo y en condiciones de fuerte viento, llamas y pavesas de zonas cercanas o por las propias brasas en contacto con el gas inflamable, el combustible vuelve a arder. Paradójicamente, para realizar una extinción eficaz por refrigeración, el agua debería emplearse de forma muy pulverizada y evaporarse gran parte de ésta, de forma que el calor latente de vaporización sea empleado en evaporar el agua y no en calentar los gases inflamables. Este hecho dista mucho de su empleo real en abundantes ocasiones, pues el 90% del volumen del agua empleada termina en el suelo de forma rápida sin cumplir apenas función alguna. Además, los cálculos teóricos del agua necesaria para apagar por refrigeración a veces son muy superiores a los efectivamente empleados. Hagamos unas pequeñas cuentas:

El agua absorbe 1 cal/gºC por calor específico y luego 540 cal/g al evaporarse. Unas 615 cal aproximadas por g de agua desde que se emplea hasta su utilización. Pero los combustibles leñosos desprenden hasta 4500 cal/g. O sea que para cada g de biomasa que arde necesitaríamos evaporar 7 g de agua. En un modelo de combustible de 20-30 ton/ha ¿cuánta agua nos haría falta? Y a esto habría que añadirle muchísimos factores adicionales. Todo el entorno es un sistema y tienden a igualarse las energías. Cada g de aire que el agua tiene que atravesar le puede aportar 0,240 cal/gºC y esto sólo en el m3 anterior a la llama podrían ser hasta 288.000 cal aprox. Por eso con frentes de elevadas temperaturas el agua a veces ni siquiera consigue llegar a los combustibles. Todas las líneas isotérmicas progresivas que el agua tiene que ir atravesando desde el lugar de trabajo (50ºC) al fuego (1000ºC) en un frente de alta temperatura van a aportar tal cantidad de energía al agua que casi ni alcanzará el fuego por evaporarse antes. En condiciones de calor y fuerte viento, éste le aporta muchas más calorías al sistema tendiendo a evaporar mucho más agua haciendo más ineficiente la refrigeración. Por ejemplo un viento de 50km/h a 40ºC tendería a evaporar hasta 100g/s/m3 de agua. En definitiva, la energía absorbida por el agua resulta totalmente insuficiente en incendios de gran energía a no ser que tuviéramos enormes cantidades, pues las calorías del sistema hacen ineficiente el agua.

A nivel práctico, la utilización real efectiva del agua en ataque directo suele ser en forma de chorros o cortinas haciendo barridos rápidos arrastrando la llama lejos de las emisiones de gases inflamables de forma que no consiga alcanzarlos. Esta separación de la llama es momentánea, pero suficiente para romper el tetraedro del fuego, al menos de forma frugal. Y aquí radica el problema. Al ser una extinción momentánea y por ruptura de la reacción en cadena (no tanto por refrigeración y sofocación), siguen existiendo gases inflamables y siempre hay chispa, llama o brasa que pilote de nuevo la ignición y puede reanudarse la reacción en cadena. Y esto es tanto más fácil que ocurra con la presencia de viento (más oxígeno y más eficaz el transporte de focos calientes que detonen la ignición). Por tanto, la separación de la llama que realizamos con el uso de los tendidos de mangueras en realidad NO es una sofocación porque siguen existiendo combustible gaseoso, que lleva implícito el calor y el oxígeno. Lo único que hacemos es separar físicamente la llama (gases inflamados) y con ello se para momentáneamente la reacción en cadena, produciéndose la re-ignición cuando dejamos de aplicar agua a la zona.

En incendios de alta intensidad los frentes de llama pueden llegar a alcanzan temperaturas mayores de 1000ºC. En estos casos, la pirolización de los combustibles va muy por delante del frente de llama, por lo que no es posible detener el frente de forma directa por existir grandes cantidades de gases ardiendo y estar gran parte de los combustibles previos al frente de llama pirolizados (emitiendo gases inflamables) y esperando para arder en cuanto consigan una fuente de ignición. Y esto puede llegar a ser así desde decenas de metros antes del frente de llama. La forma de tratar estos frentes debería ser similar a incendios de gases en áreas urbanas. No se pueden apagar. Es imposible apagar un gas por refrigeración. La única forma viable sería eliminar el combustible (ataque indirecto) y/o evitar que se formen gases de pirólisis, quizás la única forma posible de pararlo en ataque directo. 



¿Podrían ser los geles una alternativa eficaz para el ataque de frentes de llama en áreas de interfaz urbano forestal?

Los gelificantes comenzaron a utilizarse en Reino Unido en 1958 con el agua viscosa formada a partir del alginato, obtenido de algas. Existen también referencias al poliacrilato de potasio como mejora, pero a día de hoy su uso no se ha extendido, ha desaparecido o presenta un uso muy restringido. En pocos casos se han propuesto para el ataque directo en incendios forestales. En frentes de alta intensidad un gelificante resistente a altas temperaturas podría tener ciertas ventajas en todos los aspectos tenidos en cuenta en los puntos anteriores:

-        Mejora en la sofocación y separación más permanente de la llama:
Un gelificante hace que el agua gelificada quede adherida al combustible formando una capa más gruesa y más resistente por lo que hace más permanente la sofocación y la posible ruptura de la reacción en cadena al ser más duradera la separación que produciría del combustible con el oxígeno y la llama. Esto le daría muchísima más efectividad a la extinción con viento que el agua. Arbusto que apagas, arbusto que no arde, pues queda impregnado, refrigerado y evitando la emanación de gases combustibles.

-        Mayor absorción de energía relativa:
Los gelificantes suelen ser polímeros que añaden al agua a su red polimérica con uniones más fuertes que los puentes de hidrógeno que une el agua entre sí, por lo que cuesta más energía conseguir evaporarlo. Esto también haría más fácil que el agua alcance los combustibles sin evaporarse al proyectarse con mucho calor, pues el agua va más "protegida".  Así que prolongaría y acentuaría el efecto de refrigeración. Y esto lo haría en la medida en la que aumente la energía a la que quede atrapada el agua. Y si el gelificante además fuera resistente al calor… mejor.

-        Poco desperdicio de agente extintor:
Al quedar adherido a los combustibles no drena al suelo. Un gelificante adherente puede permitir que un gran porcentaje del agua quede adherido a los combustibles sin apenas desperdicio. Las espumas también quedan adheridas, pero en mucha menor proporción.

-        Evita la formación de gases de pirolisis:
Un gelificante puede utilizarse en diferentes procedimientos al agua añadiéndolo a combustibles no prendidos por delante del frente de llama. Esto formaría una capa de agua gelificada protegiendo el combustible, y esto lo hará con mayor tensión que el agua o espumas, por lo que mientras éste permanezca sobre el combustible está ralentizando e impidiendo la formación y emanación de gases de pirolisis en combustibles por delante del frente de llama. Esto puede proporcionar mejores procedimientos de trabajo para intentar detener frentes de grandes calorías pues la única forma de ataque posible pasaría por evitar la formación de gases de pirólisis. Si el gelificante es resistente al calor pueden formarse zonas de trabajo más seguras para las dotaciones, pues puedes bajar la carga calórica de los combustibles de forma previa a la llegada del frente. O casi ignifugarlo…

-        Mejora en las tareas de remate y control:
Si utilizamos un gelificante resistente puede mejorar este aspecto al producir un efecto prolongado de sofocación. Si el gel es lo suficientemente denso y resistente  puede llegar a conseguir la sofocación de fuegos latentes evitando tareas de remate.

La utilización de gelificantes en contra puede tener peor comportamiento en combustibles muy densos o materiales porosos con combustión interna. En estos últimos podría actuar por sofocación sólo si los cubre de forma eficiente.

Viendo las posibles ventajas en la utilización de agente extintor en forma de gel adherente para incendios de alta intensidad, estuve estudiando la consecución de un retardante por absorción térmica y resistente al calor en forma de gel para intentar conseguir todas estas ventajas y que fuera durante larga duración. Así podrían detenerse las emanaciones de gases de pirólisis de forma eficiente.  Idea que estoy intentando testar a mayor escala. Esto mismo se podría realizar con el polifosfato de amonio gelificado. La gran ventaja de un gelificante en frentes de alta intensidad puede ser que es posible utilizar nuevos procedimientos para evitar la formación de gases de pirólisis en los combustibles por delante del frente o como mínimo bajar la intensidad y virulencia del incendio, pudiendo así intentar detenerse la gran reacción en cadena de estos frentes, pues de otra forma, no es viable. La aplicación eficaz de estos geles supondría un reto tecnológico adicional para el desarrollo de nuevas herramientas de trabajo y evaluar las dosis eficaces ¿Qué os parece mi propuesta? Espero opiniones constructivas al respecto porque de ello pueden depender nuestras vidas y las personas a las que protegemos.



Joaquín Gracia
Bombero de la Comunidad de Madrid

Fotografías por Joaquín Gracia (c)

17 comentarios:

  1. Buenas tardes.
    Quería hacer unas preguntas respecto al artículo. Mis dudas vienen planteadas referentes a la aplicación del producto para evitar la pirólisis. Los gelificantes, viscosantes y demás productos destinados para la extinción, los cuales en la actualidad y realidad de los incendios forestales no están presentes (sí que tengo conocimiento de I+Ds pero de momento "nadie se arriesga a comprar un producto que no se sabe si funciona, por el coste-eficacia que supone), me plantean lo siguiente:
    - Dependiendo de la energía del incendio, ¿a cuántos metros del frente de llama se tiene que aplicar el producto?. Y si el frente de llama no avanza hacia el mismo, existe una valoración económica del coste que supone?
    - ¿Qué temperaturas aguanta el mismo? ¿Aguantará la temperatura del frente para evitar dicha pirólisis?
    - La aplicación del producto en incendios de gran embergadura, se realiza por medio de autobombas o se encargan los medios aéreos?. ¿Existe esa posibilidad?
    - En el caso de la aplicación por medio de bomba, ¿no sería arriesgado "meter" personal a x distancia efectiva del producto en este tipo de incendios?
    - ¿Sería fácil el mantenimiento y limpieza de estas bombas que aplican el producto?
    - ¿Aguantarían las mismas la carga de trabajo que supone trabajar con viscosantes o gelificantes?.

    Gracias por su atención.
    Un saludo

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    1. Hola Julián:
      Esta es una idea, que a día de hoy no está totalmente desarrollada o por lo menos no introducida, pues empresas como Biogel RFF, Sallenfire, etc van en esta linea y como bien dices es I+D.
      Particularmente llegue a la conclusión de que la utilización de geles resistentes podría propiciar grandes mejoras en la extinción directa con fuerte viento y calor, condiciones fuera de la capacidad de extinción directa habitualmente. Lo mismo pienso con frentes de alta intensidad inextinguibles a día de hoy.
      El gel que yo desarrolle es retardante por absorción térmica. Se utiliza con altos porcentajes de agua (cerca del 87%)y es muy resistente al calor. Este gel atrapa el agua en al menos tres niveles de energía diferentes. Al exponer el gel a calor comienza a perder agua de forma lenta y progresiva absorbiendo energía proporcional y manteniendo la temperatura dentro de los límites en los que se da la pérdida de agua según los diferentes niveles de energía. De la misma forma que mientras tu suministras calor a una cazuela con agua esta no va a subir la temperatura mientras tenga agua. El gel una vez seco sigue manteniendo un 6% de agua molecular que es el último nivel energético en el que seguiría absorbiendo un poco de energía. La parte sólida de gel ya sin nada de agua se descomponen a partir de 1300 1400ºC. En las pruebas a pequeña escala soporta llama directa focalizada de 1300ºC casi dos minutos hasta que pierde el agua y se descompone.
      Hay que tener en cuenta que algunas plantas emiten un pequeño porcentaje de gases por debajo de los gases de pirolización, volátiles. La mayoría de los terpenos arden entre 80 a 130ºC pero representan un pequeño porcentaje de la materia de la planta(0.2 a 2% aprox) los gases de pirolización ya se suele dar entre 200 y 400ºC y puede existir gasificación generalizada de la madera a partir de unos 900ºC, condiciones que pueden llegar a darse en comportamientos extremos del fuego en GIF. Si existe una cubrición de la planta con un gel como el que propongo, en las pruebas a pequeña escala que he realizado, con unos 3/4 mm de gel no emiten gases inflamables en unos 2 minutos con llama de 1300ºC directa, mantenida y focalizada. Con esta misma llama, el mismo combustible ardía en décimas de segundo, tratado con agua tardaba unos 10 segundos y algo inferior con espumas.
      Continua...

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    2. En la complicada idea que personalmente desarrollé, iría dirigido a trabajo con autobombas. Pero serían autobombas especiales, ya que en mi compleja idea integral, diseñé un sistema de autobombas específico en las que el agua va separada de la materia sólida que compone este gel, o cualquier otro de naturaleza similar, utilizándose sólo gel a demanda y en el porcentaje requerido pudiendo utilizarse también sólo agua. También se prevé sistema de impulsión específico y mejora en la proyección para tener suficiente alcance. Sería la forma de tener una herramienta polivalente y eficaz.
      Los geles que están desarrollando algunas empresas, tal y como mencionan aquí, van previstos para medios aereos y se adaptan a trabajos con autobombas convencionales.
      Respecto a trabajar en zonas de alta intensidad, si se vieran como una alternativa los geles, pienso que habría que testarlo y desarrollar métodos de trabajo. Pero el gel que yo utilizo no tiene nada que ver con agua. Dejas totalmente ignifugada la zona que has conseguido cubrir de forma efectiva, no puede arder salvo con una llama muy intensa muy dirigida y muy prolongada, cosa que no se da en incendios forestales, pues las grandes acumulaciones de gases arden de formas rápida y ya luego baja la intensidad, por lo que es posible que fuera bastante seguro atacar frentes de alta intensidad ya que te podrías dejar zonas seguras. Todo esto debería testarse, pues a día de hoy no se está trabajando efectivamente con ello ni está desarrollado y las pruebas que personalmente he realizado son a pequeña escala.
      Dejo un enlace en el que hay un video de una comparativa a la llama de soplete de un gel con un 87% de agua, espuma al 1% y agua.

      https://fuegosexta.blogspot.com/search/label/7-%20COMPARATIVA%20RESISTENCIA%20FUEGO

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    3. Creo que me quedó por responder lo de los costos.
      De una parte la utilización de geles resistentes al calor es posible que te dejasen acercarte bastante más a frentes de llama de alta intensidad, pues vas de forma más segura que con agua al poder crearte zonas ignifugadas. También hay que tener en cuenta los importantes avances tecnologicos en previsión de evolución en incendios en los que se está trabajando, si te aproximas lo suficiente es difícil "errar el tiro".
      Aun así, el gel en que yo he trabajado por ejemplo, sale caro al utilizar materiales procesados de calidad y al por menor, pero estuve viendo las posibilidades de exportaciones al por mayor que la materia sólida necesaria para formar el gel podría salir a un precio inferior a 10centimos litro.
      Ya para calcular costos tendrías que tener en cuanta que las cantidades a utilizar son muy inferiores a el agua pues no se desperdicia apenas al quedar adherido a los combustibles, tiene mucha mayor efectividad y eficacia y que las tareas de remate pueden ser mucho más sencillas.
      También comentar que yo propongo un sistema de utilización selectiva con una autobomba especial. Tal y como se hace con las espumas actualmente de forma que sólo lo utilizaras cuando sea necesario.
      También es posible realizar geles minero vegetales por absorción térmica similares más baratos, de menor eficacia seguramente, pero de menor costo.

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  2. Repuestas basadas en nuestros productos BIOGEL RFF Y RIFF LP.
    Ambos productos resisten T de más de 2.000°C.
    Ambos pueden ser aplicados con todo tipo de bombas. Para descargas aéreas es ideal ya que evita la deriva por efecto del viento.
    La limpieza de los equipos se hace llenando y descargando los estanques o resipiestes con agua.
    gr7innovaciones@outlook.cl
    Fernando García Moraga

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  4. buenas tardes, interesantisimo articulo

    duda neófita, como se traduce el valor 4000 kW/m,

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  5. Este post creo que te ayudará a entender el concepto de Intensidad lineal que generalmente se calcula por la fórmula de Byram: es la potencia (kW) emitida por unidad lineal del frente de avance (m). Por tanto cuanto más largo es el frente que impacta sobre la zona de trabajo de los bomberos mayor será la potencia (energía por unidad de tiempo) que reciben. Por eso hay límites a partir de los cuales es IMPOSIBLE de trabajar y es cuando se dice que el frente está "fuera de capacidad de extinción". Este término difiere de los incendios en estructuras que están más acostumbrados a la tasa de calor emitido por unidad de superficie medida en KW/m2. Usando este concepto (heat release rate) los límites para el trabajo en ataque directo con EPI se estiman en no más de 7 KW/m2. Es más que frecuente en incendios superar con creces este valor. Espero haber ayudado. Saludos.
    http://fuegolab.blogspot.com/2015/05/la-musica-fisica-de-van-wagner.html

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    1. perfecto, muy esclarecedor, muchas gracias por tu pronta respuesta

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  7. Buena tarde. El artículo me pareció muy interesante y denota una gran experiencia por parte de Joaquín. Sólo tengo un par de preguntas al respecto con este tema pues no soy experto:

    ¿Qué posibilidad existe de que el agua gelificada con cualquier compuesto posible dañe la salud del suelo una vez que el incendio es mitigado? ¿O es nula su contaminación?

    ¿Una vez que el incendio está totalmente controlado existe manera de que el agua gelificada dañe el estado fitosanitario de los arbustos, pastizales o árboles supervivientes ante un incendio?

    ¿Qué tan conveniente y eficaz o en su caso, posible, es realizar un combate directo con descargas líquidas y agua gelificada?

    Gracias.

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    1. Hola Armando:
      Bueno, más que experiencia creo que me ha motivado a estudiar posibles soluciones la curiosidad y sobre todo la impotencia a la hora de enfrentarnos a incendios que no podemos parar con la extinción directa. Y más cuando a veces es la única posibilidad en zonas de interfaz o poblaciones.
      Seguro que se puede mejorar. De hecho, sé que muchos compañeros piensan de forma similar, pero muchas veces se queda ahí la idea. A ver si se animan a colaborar y a aportar…

      Los gelificantes y espesantes pueden ser de origen sintético, o natural, ya sea de origen vegetal o mineral. Generalmente forman junto con el agua algún tipo de polímero que utiliza las moléculas de agua para formar una larga cadena de moléculas repetitivas (monómeros) en las que el gelificante forma fuertes uniones químicas con el agua por lo que aumenta su tensión superficial y por lo tanto la energía necesaria para liberar el agua. También suelen tender asociarse a casi cualquier material, por lo que suelen se adherentes. Cualidades importantes para mejorar la extinción , según pienso.

      Personalmente estuve estudiando las posibilidades de los minerales que producen absorción térmica, precisamente porque no son contaminantes. Así que terminé desarrollando un gel compuesto por minerales y polímeros vegetales. Los compuestos que he utilizado son totalmente inocuos y se encuentran en la naturaleza. Es más, la mayoría son de uso común en otros usos.

      La empresa chilena, GR7 innovaciones, que desarrolla el biogel RRF debe ir en la misma línea, pues utiliza minerales y vegetales inocuos para confeccionar este gel.

      La empresa aragonesa Sallenfire utiliza en su composición también minerales y vegetales, siendo también sus composiciones inocuas.

      Respecto a si su permanencia sobre las plantas una vez pasado el incendio puede ser perjudicial para éstas, estas empresas afirman que no, pero tengo mis dudas. Los productos utilizados suelen ser hidrofílicos, así que con agua abundante desaparecerán en gran parte, pero teniendo en cuenta que los incendios suelen ser durante la campaña de verano y las lluvias pueden tardar incluso varios meses, podrían verse afectadas las plantas al no poder realizar la fotosíntesis. No sé hasta qué punto. Es algo que debería estudiarse si al final se desarrollase esta línea de extinción.
      De todas formas personalmente propondría la utilización de gel resistente al fuego cuando un incendio exceda la capacidad de extinción, en casos de defensa de interfaz, ... Y no antes, pues más barato y cómodo es el agua. Con lo cual seguramente la vegetación tratada se iba a perder y se trataría de parar una gran reacción en cadena que nos iba a sobrepasar.

      Esta utilización selectiva sería posible en las autobombas con un sistema de trabajo con autobombas específicas en el que se pueda seleccionar utilizar gel de forma optativa en autobombas o sólo agua. Tal y como hacemos actualmente con las espumas. En este aspecto realicé un diseño de autobomba específico ya que me pareció que debería ser así. Pues las empresas Sallenfire y GR7, etc fuerzan su utilización a bombas convencionales y no me parece apropiado por no estar estas bombas diseñadas para este fin, no poder ser selectivo, posibles problemas en depósitos , bombas, etc

      Las empresas Sallenfire y GR7 proponen también su utilización con medios aéreos. Aquí sería tan fácil como cargar con gel o no los medios aéreos en función de la virulencia, calorías del incendio, … tal y como se hace con el polifosfato de amonio. Que de hecho hace ya años que se gelifica con poliacrilamida para mejorar su efecto.

      El producto Sallenfire, por ejemplo, basado en minerales inertes que actúa por refrigeración y sobre todo por sofocación, en un video termina con la combustión de una rueda con una sola rociada. Cuando con agua y espumas tenemos que estar continuamente apagándola una y otra vez. Pues la combustión latente muy difícil de apagar aflora una y otra vez pasándose a los gases inflamables y volviendo a formar llama. Y al final en incendios lo que hacemos es dejarlas arder.

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  8. Felicitaciones por el artículo.
    A mi, como propietario, otras entradas me han resultado mas "técnicas", pero esta y la del Martillo de Thor, me han abierto los ojos sobre dos aspectos totalmente insospechados sobre los incendios forestales, que realmente resulta imprescindible leerlas para aquellas personas que estamos en el dia a dia del monte, muchas felicidades.
    Dos pequeñas opiniones sobre estos artículos: en primer lugar, pienso que los productos químicos para combatir el fuego no serán de plena efectividad hasta que se utilicen con equipos de control remoto que puedan trabajar lo mas cerca posible del fuego, prácticamente en su interior; en segundo lugar que viendo las temperaturas, como arde y mi experiencia quemando rastrojos y demás biomasa mi conclusión es que está pidiendo a gritos que alguien la emplee como combustible, sería un combustible renovable y ayudaría a mantener limpios los bosques, y como se vé, arde demasiado bién.

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    1. Gracias por tus comentarios. Efectivamente el uso de la biomasa como fuente de energía es una de las lineas de reivindicación del sector forestal. Desafortunadamente la falta de apoyo gubernamental está penalizando el fomento de esta energía renovable. Se está desarrollando tecnología para el aprovechamiento energético de matorrales, que sería fundamental para que además ayudara a prevenir los incendios forestales. Soluciones técnicas existen, sólo falta el impulso político ¡Saludos!

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  9. No se si estoy a tiempo , pues el debate corresponde al año pasado así que si no me contestan no me daré por ofendido.
    Coincido en la base del argumento , muy raro seria que en 2000 años de evolución tecnológica y teniendo materiales que soportan temperaturas extremas ,o con capacidades físicas optimizadas, no seamos capaces de encontrar algún arma contundente contra una proceso que conocemos tan bien como la combustión.

    ¿ coste ? bueno pues como bien sabemos el llevar agua a un punto en el monte también tiene un coste directo y otros indirectos, ademas del valor que tenga algo hay que ponerlo en contraposición del valor del bien que se protege , por tanto caro o barato no tienen aquí un sentido claro, es decir para mi el coste no es un argumento por el que se use el agua y no otro método.

    ¿ 138.000 kw/m. Realmente muy lejos de la capacidad de extinción ? ¿ seguro ? presumo que los incendios de pozos petrolíferos o de depósitos de gas o fabricas de plástico tienen mucho , muchísimo mas potencial .

    Sobre la ineficacia del agua, pues los números hablan solos acerca de la cantidad de calorías que tendría que ser capaz de disipar, aquí me surgen dos preguntas :
    1 ¿ no convendría enseñar nuevas técnicas a los bomberos forestales y a los medios aéreos para maximizar el agua que usan?
    2 ¿ existen líquidos no tan disponibles pero con mayor calor especifico o algún componente que se pueda diluir en el agua? podrían usarse con la misma idea de apagar por refrigeración

    y ahora hablemos de las alternativas :
    El uso de gel, retardantes, etc, es decir productos o procesos a aplicar en el momento que ya se conoce un incendio.
    También están aquellos procesos que apagarían un incendio en caso que este se produjera pero ese tema no se ha tocado aquí y la verdad no se si seria factible, pero seria como hacer ignífugo un trozo de monte, un cortafuegos pero con plantas tratadas , o bien plantar especies que quemen a distintas velocidades para conducir los incendios hacia zonas de fácil extinción , etc.…

    volviendo al trabajo en la cabeza, según lo que he leído en el articulo cualquier privación momentánea de llama no funcionaria por la constante pirolizacion de los gases, pero si conocemos la composición de los gases, no podríamos tirar algún gas o liquido que actué sobre esos mismos gases asociándose a ellos y dejándolos inertes para la combustión ?
    Y para la sofocación física , si tenemos robots que explotan bombas, ¿ porque no tener robots batifuegos ?

    Sobre el tema de uso de productos químicos yo buscaría un tipo de compuesto doble , es decir en lugar de buscar algo inocuo , tener un antídoto que lo neutralice , y tranquilamente al cabo de unos días o en invierno volver al incendio a lanzar este antídoto que neutralice el compuesto extintor.

    Ademas la tecnología nos permite detectar muy pronto un incendio y desplazarnos muy rápido a zonas remotas, ¿no deberíamos usarlo siendo que el mayor éxito en extinción se da cuando se actua en los primeros 30 minutos ?

    Pues podríamos apagar moscas a cañonazos y aun así nos saldría económicamente menos costoso que uno solo de los grandes incendios .

    Podríamos tener un sistema de misiles o de aviones haciendo CAP preparados para lanzar una gran masa de agua con geles al primer conato que se detectara de día , de noche, con viento o sin el , grabando todo el proceso por si hubiera delito y abortando en caso que existieran personas en el entorno del incendio.

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    1. Gracias por tu extenso comentario y perdón por no contestar estos meses que he estado un poco fuera de juego atendiendo al blog.
      Por tus comentarios veo que eres "creyente" de que la tecnología aplicada a la extinción de incendios. Siento echarte un jarro de agua fría ya que muchas de tus propuestas no tienen sentido en fuegos forestales, quizás sólo en áreas e interfaz urbano-forestal y siempre aplicados a frentes muy localizados. Todas las estrategias que propones se están proponiendo e incluyendo en los servicios de extinción en mayor o menor medida y las nuevas tecnologías sugieren nuevas ideas como las tuyas para seguir implementándolas. La realidad choca contra todo ello. Ninguna de esas medidas puede evitar la aparición de grandes incendios, sólo de ser más eficaces atendiendo a los pequeños. Por mucho que invirtamos en primer ataque siempre habrá alguno de los incendios que se escape al control de los medios. Siento también desmentirte en que un incendio con un frente de llamas de alta intensidad sea menos intenso que uno de hidrocarburos. Además los pozos de petróleo o depósitos están localizado y "no se mueven" con lo que se pueden concentrar los medios. No es el caso de los incendios forestales, es como tener un pozo de petróleo ardiendo a veces con direcciones impredecibles. Desde nuestro punto de vista como forestales, las nuevas tecnologías y los nuevos productos son una ayuda pero no son la solución. La única solución es la gestión del territorio de los sistemas socio-ecológicos, esto es, gestionar la vegetación y tratar con las personas que generan los focos de ignición y/o viven del monte o cerca de él para convivir con un régimen de fuego aceptable. Desde nuestra óptica y teniendo un mínimo razonable de medios de extinción, esa es la mejor solución, mejor prevenir que invertir en ideas que, aunque pueden resultar atractivas, no solucionan el problema de fondo que el la ausencia de gestión de nuestro paisaje.

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    2. gracias, por la respuesta, si , soy creyente, pero para mi la tecnología es un arma , que cada vez será mas poderosa, pero quien debe usar ese arma es la ciencia. La ciencia debe aplicarse a todo , desde la sociología y la psicología para , como bien has dicho, entender los motivos de los pirómanos, la química para desarrollar compuestos que modifiquen la reacción de combustión, la botánica, selvicultura, y así muchas mas, ya sea usar nuevas tecnologías para viejas soluciones como buscar nuevas soluciones con las nuevas tecnologías, para todo ello se necesita un profundo conocimiento del problema, y eso lo da la ciencia, y posteriormente tener la mente abierta y pensamiento lateral capaz de emplear la tecnología de forma provechosa.
      Añadir que la capacidad de computacion la IA y las redes neuronales son tambien tecnologia.

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